A pesar del tiempo cada encuentro de mediodía es hermoso. A veces no es lo que espero, pero el sólo hecho de verme en tus ojos me hace subir la emociones que luego me dejan en evidencia frente a vos.
La miradas curiosas de los transeúntes, de los que viajan en buses y carro, de los que esperan más que un lindo abrazo, de los que desean estar en nuestro lugar.
El sol que a esa hora está en su máximo esplendor no es quien nos distrae la mirada, sino el peligro de ser intimidados por un "asaltante".
Con todo y más riesgos por sentirme en tus manos, beber tus besos, estremecerme con tu abrazo, llegó al lugar que al estar juntos se convierte en nuestro cómplice, nuestro espacio se vuelve único.
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