Por Irving
Mi turno esta por acabar y no logré verte. Aún no tengo claro que lo impidió, pero el caso es que ya tengo más de cinco días de no besarte y perderme en tu hermoso cuerpo moreno.Para no desilusionarme, me he repetido una y otra vez, que ya estaba escrito que no nos veríamos.
Estoy pensando que lo de tu enfermedad es una excusa para no verme más. Hoy me dijiste sin pesar ni consideraciones, que no tenías tiempo ni paciencia para hablar conmigo.
Fuiste clara, precisa y concisa. ¡Dios! Porque entendí esas frías palabras.
De no ser así, habría pasado un excelente día.
Ahora me toca lamentarme e inventarme cientos de excusas para no molestarme con vos.
Estoy recordando nuestros mejores momentos y justificándote como siempre.
De momento te digo que el perdón y el orgullo se están matando. ¡Dios! Recordé una vez más el ridículo que hice en el karoke.
Definitivamente, el orgullo va ganando. Ahora solo espero tu amable llamada para dar por superado este conflicto.Creo que estoy en tus manos y estas jugando conmigo.
¡Dios ! Estoy indefenso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario